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Historia de la ciudad de Rosario - Parte 3 

Las herramientas para el crecimiento

Sin embargo la flamante ciudad, ungida en baluarte del gobierno de la Confederación Argentina, recibió de parte de las autoridades nacionales, con sede en la ciudad de Paraná, poderosas herramientas para su crecimiento: El 28 de agosto de ese año, apenas veinticinco días después de la declaratoria de ciudad, el Director Provisorio de la Confederación dictó un "Reglamento" abriendo los ríos a la navegación universal, lo que significó terminar con el monopolio de Buenos Aires. Este es el primer documento oficial en que Rosario apareció habilitada como puerto, con aduana propia, por eso, coincidiendo con Gabriel Carrasco puede afirmarse "que de esa fecha data la era de su engrandecimiento comercial y político".Vieja Aduana (ahora distrito municipal)

Pocas semanas bastaron para que la provincia más rica y poderosa del país organizara un ejército y se alzara en armas en defensa de los privilegios económicos adquiridos para su puerto desde los tiempos virreinales, y se apoderara de los pasos de Martín García y Zárate, lo que imposibilitó cumplir con el "Reglamento". Urquiza lo sustituyó por otro, el 3 de octubre, permitiendo el acceso directo de los buques de ultramar a Rosario y demás puertos, sin la obligación de hacer escala previa y llevar guardias a bordo.

 El 28 de diciembre se creó la Jefatura Política, delegación del gobierno santafesino en el sur provincial. Las medidas de libertad de navegación de los ríos, creación de su aduana, las franquicias que la República Oriental dio a los buques de Santa Fe y la sanción de los derechos diferenciales del puerto, creados como se dijo con la finalidad de romper con el monopolio de Buenos Aires, incrementaron su población y su comercio, colocándola a una altura sorprendente, arrastrando en su crecimiento a todo el sur de la provincia de Santa Fe y parte de la de Córdoba.

"Con río cerrado al comercio exterior, pobreza y atraso; con río abierto, prosperidad y cultura", ejemplificó Juan Alvarez. En muy pocos meses se percibió un gran cambio, favorecido por la coyuntura política nacional. Al separarse la provincia de Buenos Aires del resto del país, el 11 de septiembre de 1852, con el rechazo del Acuerdo de San Nicolás, a través del cual los gobernadores de las provincias argentinas habían confiado a Urquiza la conducción nacional y la convocatoria a un Congreso General Constituyente, nuestra ciudad pasó a ser el centro de las actividades económicas de la Confederación y potencial candidata a ocupar el cargo de capital económica.

También pasó a ser centinela de la Constitución Nacional de 1853, a la que juraron defender el 9 de Julio de ese año. Gracias a ella ahora tendría libertad de comerciar, de transitar, de utilizar el río, "vehículos de grandeza".

Unos años más tarde, la ciudad asombrada de su propio progreso, inauguró su primer banco, el "Nacional de la Confederación" y también el establecimiento de un juzgado de primera instancia.

 

La instalación de la Municipalidad

El 20 de diciembre de 1858 la legislatura provincial sancionó la ley de Constitución de la Municipalidad de Rosario, compuesta de diez municipales y tres suplentes, presidida por el Jefe Político del Departamento, autoridad electa desde Santa Fe. Asimismo se le asignó como límites: por el este y el norte el Paraná, y por el sur y oeste, los arroyos Saladillo y Ludueña.

La instalación de la primera Municipalidad ocurrió el 12 de febrero de 1860, puso punto final a la etapa "teórica" de la ciudad, administrada por jefes políticos o de policía nombrados desde Santa Fe, en un contexto de gran inestabilidad.

Meses más tarde, Eudoro Carrasco impulsó con éxito la creación del escudo de Rosario, definitorios de una identidad ya distintiva: Un ancla, que simbolizaba el comercio marítimo del puerto, estaba flanqueada por un arado del país, una gavilla de trigo, frutos e instrumentos de labranza, y emblemas de la industria agrícola; y una barranca, coronada por una batería, desde donde asomaba un brazo portando la bandera nacional recordaba la creación de la misma por Manuel Belgrano.

Rosario, desde la declaratoria de ciudad al centenario de la Revolución de Mayo

El Congreso de la Nación declaró a Rosario sede de las autoridades del país, pero la ley fue vetada por el presidente Bartolomé Mitre, y luego por el presidente Domingo F. Sarmiento en 1869 y 1870.

En menos de dos décadas de crecimiento ininterrumpido Rosario pasó a ser la ciudad más importante del interior del país, por eso en 1867, se presentó en el Congreso de la Nación un nuevo proyecto para declararla capital de la República. A tal fin el gobernador Oroño obtuvo la cesión, por parte de la legislatura de Santa Fe, del territorio comprendido entre los arroyos Saladillo y Ludueña, con una legua de fondo al oeste.

Sin embargo, el presidente Mitre vetó esta ley, derecho que le reservaba la Constitución Nacional, y frustró así el traslado de las autoridades nacionales que debería haberse hecho en 1870. Por su parte Domingo Faustino Sarmiento, que había asumido recientemente la presidencia de la nación, vetó por segunda vez la ley aprobada en Congreso, argumentando que el traslado no era oportuno.

En 1864 se levantó el edificio de la Jefatura Política, en la esquina de Córdoba y Buenos Aires, en representación del gobierno provincial.

Estación OesteGracias a su red de mensajerías, al aumento de la navegación fluvial, y a la combinación entre ambos servicios, Rosario se convirtió en el centro de las comunicaciones entre Buenos Aires, los países limítrofes y las flotas de ultramar, con el interior del país. En 1870 se estableció un servicio regular directo desde Génova y Nápoles a Rosario, con escalas en los principales puertos del atlántico. Un año antes, Rosario y Buenos Aires ya estaban unidas por el telégrafo.

En abril de 1863 se inauguraron las obras iniciales del ferrocarril que uniría Rosario con Córdoba, con la presencia del presidente Bartolomé Mitre.

En 1872 abre sus puertas la Biblioteca Popular de Rosario, y un año después hizo lo propio la Sociedad Pedagógica, convertida más tarde en Biblioteca Pedagógica e Infantil. Sobre la estructura docente y material del Colegio Santa Rosa se creó, en 1874, el Colegio Nacional.

Rosario durante los años de la guerra del Paraguay se convirtió en un centro de embarque de los contingentes, y un lugar de aprovisionamiento de la escuadra aliada. Ese intenso movimiento benefició al comercio local. Sin embargo la sangría humana en jóvenes rosarinos que dejaron su vida en esa contienda fue enorme.

Flamantes instituciones sociales y benéficas surgieron en la década del 60 en la ciudad: las Damas de Caridad, la Sociedad Española de Socorros Mutuos, la Sociedad Italiana de Unión e Benevolenza, y la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos, entre otras.

A la inauguración del servicio de alumbrado a gas hidrógeno, en 1870, en el radio céntrico, se sumó en 1871 la puesta en marcha de un servicio de volantas, y en 1872, el servicio de Tranways, tirados por caballos.

Para recibir a los inmigrantes se organizó en 1870, el Asilo, en la intersección de calle Urquiza y del Puerto, que al igual que la Oficina de Trabajo, dependía de la comisión de inmigración.

 

 

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