Recordando
al Bedford
A 30 años del
último viaje
por Pedro Sotelo
Unidad carrozada por De Ridder
En el presente año
2009 se cumple el trigésimo aniversario en que
los microómnibus Bedford realizaron su último
viaje transportando pasajeros en la ciudad de Rosario.
Quién suscribe tuvo
la oportunidad de viajar muchos kilómetros en
estos recordados vehículos que fueron un ícono
del transporte urbano y que alguna vez fueron mayoría
en el transporte rosarino, por tanto merecen que se
realice una reminiscencia sobre sus casi dos décadas
recorriendo los viejos empedrados de la ciudad.
Se van los grandes,
vienen los chicos
El microomnibus Bedford se instaló en el transporte
urbano de Rosario a partir del año 1960 cuando
por disposición municipal era necesario el reemplazo
de los tranvías que progresivamente se estaban
sacando de circulación. Asimismo recordemos que
las líneas de ómnibus que explotaba la
Empresa de Transporte de Rosario (ETR), luego entregada
al presonal de la misma, se atendían con unidades
cuyo estado de conservación estaba cercano a
la chatarra –a excepción de los Leyland-
Arriba: Aviso de presentación del modelo en el
Diario La Capital de Rosario
Abajo: Publicidad de la época. Colección
Jose Arturo Rivas publicada en www.bus-america.com.ar
El vehículo que nos ocupa era
un producto de la Terminal automotriz General Motors
Argentina y era una de las alternativas que ofrecía
el mercado de los utilitarios que en esa época
se estaban instalando en el país y fue uno de
los elegidos por las cooperativas y empresas de transporte
rosarinas
Su chasis se componía de un motor
diesel de 6 cilindros, una cilindrada de 4927cc que
proporcionaban 97 HP de potencia, caja de velocidades
de 4 marchas de avance y una de retroceso, frenos hidráulicos
servoasistidos, dirección mecánica, rodado
8.25x20, alimentación del circuito eléctrico
de 12V/360A.
Primer plano del tablero de un Bedford - Línea
B. Carroceía Master Automotor
El tablero de instrumentos tenía
forma de trapecio con un vidrio protector y bordes niquelados.
En su interior alojaba el velocímetro, cuentakilómetros,
indicadores de presión de aceite, temperatura
y nivel de combustible y complementariamente luces testigos
de carga de dínamo y luz alta. Los comandos se
complementan con dos perillas ubicadas a la izquierda
del volante, una para encendido de luces reglamentarias
y otra para los limpiaparabrisas eléctricos.
A la derecha llave selectora luz/bocina, estrangulador
(pare), regulador de aceleración y apertura de
ventilete de cabina, en el piso a la izquierda se ubicaba
el antiguo y olvidado pulsador para el cambio de luces
(alta/baja). Al centro del volante el pulsador de bocina
eléctrica de doble tono y sujetada a la columna
de dirección la palanca de luces de giro.
Puesto de conducción de una unidad de la Linea
207.
Carrocería El Detalle
Somos más
Según un conteo de unidades que realicé
en el año 1969, el parque automotor del transporte
urbano de Rosario totalizaba 743 unidades repartidas
en 35 líneas.
El Bedford encabezaba la nómina con 362 coches,
luego le seguían Mercedes Benz en sus diferentes
versiones con 357, De Soto 13, Chevrolet C50 6, Dodge
3, SKODA 1, y Ford F600 1.
Flamante unidad de la Empresa Zona Sud. Como se acostumbraba
entonces, la foto familiar antes de la puesta en servicio.
Sin dudas se trataba de un vehículo
preferido por su economía y rendimiento. En ese
año las líneas 2, 6 y 51 los poseían
en su totalidad, la línea B contaba con 25 Bedford
y 1 Mercedes Benz y la 200 tenía 17 Bedford de
un total de 18.
En ablande. Los ómnibus eran sometidos a un asentamiento
previo a la entrada en servicio. Así podemos
ver a este coche de T.A.Zonda de espaldas al mar en
la costa atlántica.
En ese año el Bedford componía
el 48.7% de la flota automotor, sin contar a los que
circulaban en las líneas provinciales CP35 (Villa
Diego) y PP172 (Rosario-Perez) con los planteles completos.
Legendario Bedford de la empresa Gral.Mitre Linea 217
frente a la actual Plaza Montenegro. Carrocería
Caseros
Me sacan por viejo pero no por inútil…
Al Bedford con su característica trompa
“picuda” cualquier carrocería le
sentaba bien y se destacaron por su elegancia aquellos
incorporados en 1968 con carrocerías Alcorta
y El Detalle que lucían las nuevas ventanillas
con vidrios verdes, paragolpes y parrillas cromados.
Un ícono de varias líneas. Quién
podrá olvidar los coches que integraban la flota
de la B cuando era operada por la Empresa Sarmiento.
Carroceía Master Automotor
La fabricación del Bedford llegó
a su fin en el año 1968 y en su reemplazo la
General Motors lanzó al mercado el chasis Chevrolet
C/50 con motor Bedford 350D, aunque fueron escasas las
unidades de esta marca inoproradas al servicio, las
empresas ya con sus economias consolidadas optaron por
adquirir vehículos Mercedes Benz y Ford.
Arriba: Circulando por San Luis en Plaza Sarmiento un
coche de la línea 54 carrocería San Antonio
Abajo: Una toma de otros dos coches de la misma empresa.
La implacable Ordenanza Municipal que
no permitía la circulación de coches que
superen los diez años de antigüedad, hizo
que entre los años 1972-1974 los Bedford desaparecieran
en masa y los dos últimos sobrevivientes circularon
hasta el año 1979. Ellos fueron el coche 26 de
la línea 51, y el 10 de la línea 200,
ambos carrozados por El Detalle.
Este microomnibus perteneció a la Gral.Belgrano
líneas 57 y 218. Carrocería El Detalle
Para mejorar el frenado de estos chasis,
algunas empresas incorporaron al motor un compresor
de aire de un cilindro, lo que aseguraba una detención
eficaz de la unidad. En tanto que a nivel motorización,
solamente se registró un caso en que fue reemplazado
el Bedford por un Perkins. Este caso se dio en el coche
19 de la línea C en 1975.
El típico viaje de asentamiento y prueba se realizaba
a Luján. Allí en la misma puerta de la
Basilica eran bendecidos. Arriba un coche de la Belgrano
línea 57 y abajo otro de la línea 207
Un mundo de 20 asientos
Particularmente las medidas de los chasis destinados
al transporte urbano en carrocerías de dos puertas
, permitían la ubicación de 21 asientos
pero los largueros del chasis Bedford eran levemente
más cortos que los de la competencia y en consecuencia
las carroceras los equipaban con 19 o 20 asientos y
en aquellos que carecían de la puerta trasera
–descenso- se podían sumar los 21 asientos.
En esta toma del lateral puede apreciarse que al ser
más corto el chasis la tercer ventanilla era
más chica. Carroceía Master Automotor
Pero el ingenio de carroceras como Alcorta,
Luna y San Antonio permitían la distribución
tradicional de 21 asientos, pero sacrificando la comodidad
del pasajero, a punto tal que se viajaba con las rodillas
presionando el respaldo del asiento de la fila anterior.
Vista del interior de un Bedford con asientos tapizados
en cuerina -eran bastante duros- y el piso de la unidad
de chapa con listones metálicos que lo hacían
sumamente resbaladizos en dias de lluvia. Notese la
cantidad de caños cromados y el asiento del fondo
lijeramente más angosto que la carrocería
No hay duro que
no se ablande
Si hubo algo que destacaban a los Bedford era la escasa
elasticidad en la suspensión. Eran coches muy
“saltarines” y carentes de confort, aunque
dicha performance estaban bien disimulada con la elegancia
y diseño de algunas carrocerías y los
aspectos decorativos en cortes de pintura y los añorados
fileteados
Parte trasera del coche Carroceía Master Automotor
No se rinde
Al cumplirse 30 años de su erradicación
en el transporte urbano de Rosario, el Bedford se resiste
a su extinción y siguen surcando las calles y
caminos del país, transformados en camiones,
furgones, casas rodantes, gruas de auxilio, etc.
Arriba: uno de los tantos Bedford que tuvo la empresa
La Florida Linea 210
Abajo: Pocos son los sobrevivientes de los que circularon
por nuestra ciudad, como por ej. este coche que perteneció
a la empresa COTIL -Rosario-Funes-Roldán- que
luce su corte de pintura original.
Encontrar Bedford que hayan sobrevivido
al desguaze o furgoneo es todo un hallazgo, como esta
unidad que visitó Rosario en el 2005, frente
al Club Atlético del Rosario
Unidad carrozada por Carrocera del Sud
Texto Pedro
Juan Luis Sotelo
Ilustración y referencias Adrian Yodice
Buses Rosarinos - Abril 2009
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