NAPOLEON
BRAVO E HIJOS
Basada en notas de la Revista
Industria Carroera Argentina década del 60
Nacida para el mundo carrocero en
la ciudad de Rosario allá por el año 1890, la firma
que fundara Napoleón Bravo, deja los viejos archivos
del tiempo para salir a la luz y reafirmar como ayer
ante la opinión de los colegas de hoy, la pujanza de
que supo hacer gala hasta el definitivo cierre de sus
puertas, ocurrido un día del año 1943.
Corría 1888. Nuestro país
que ya insinuaba su poderoso futuro, recibía alborozado
a las corrientes de una migración que desde el viejo
mundo llegaban para poblar los campos, radicar industrias
y fortalecer la economía.
Napoleón Bravo en compañía
de su esposa y dos de sus tres hijos llegan a la Argentina
proveniente de la ciudad de Bassano, Pcia.de Vicenza,
Italia.
Ubicado en la ciudad de
Rosario, Napoleón Bravo se da de inmediato a la tarea
de instalar una fábrica de carruajes, tomando como socio
a Pablo Balestra, de quién se separa para instalarse
solo en un local de calle Córdoba y Paraguay.
Así eran los coches Victoria
que en Rosario fabricaba Napoleón Bravo a principios
del siglo XX. Carruajes como estos de impecable
terminación se hicieron acreedores importantes
distinciones en las exposiciones rurales de aquellos
tiempos |
Las necesidades de ampliar
horizontes, lo lleva a formar sociedad con Vicente Straggiotti,
en compañía de quien permaneció por espacio de varios
años, para finalmente venderle su parte e instalarse
junto a sus hijos Antonio y Juan María en calle San
Martín 1335 para luego comprar un terreno en Sarmiento
1886 donde además de levantar un galpón de grandes proporciones
ubica su casa en la que vive con su familia.
En 1902 como las cosas no
andaban muy bien, se une en sociedad con Cayetano Cerrutti
el que aparte de ser un hombre muy trabajador era un
excelente fraguador. Lo acompaña hasta 1906 en que se
retira de la sociedad.
Se da lugar a la formación
de la Sociedad Napoleón Bravo e Hijo. A partir de entonces,
las cosas siguieron mejorando por lo cual muchos de
sus carruajes se presentaron con éxito en la Exposición
de la Sociedad Rural de Rosario, obteniendo varios premios.
Estas recompensas le valieron a la firma tener la mejor
clientela de Rosario y la de otros pueblos y ciudades
vecinas.
Aspecto del salón
exposición en el cual se alinean una serie de
carruajes de diversos tipos listos para su entrega
a los clientes que en gran número depositaban
su confianza en Napoleón Bravo |
En 1912, ya instalados en calle Sarmiento se comenzaron
las primeras reparaciones y fabricación de carrocerías
para automotores, siendo la primera una limousine construida
sobre chasis SPAD, la que fue expuesta a comerciantes,
autoridades y pueblo rosarino con los mejores elogios.
También se inició la transformación
de doble faetón en automóviles cerrados, provistos de
puertas con cristales levadizos. A la par de esto se
construyó una carrocería sobre chasis Fiat para la familia
Pinasco, constituyendo un verdadero suceso la capota
de cuero que era por entonces toda una novedad. Este
hecho hizo que una importante casa de Buenos Aires le
propusiera a Napoleón Bravo instalarse en dicha Capital;
pues según manifestaron allí todavía no se realizaban
trabajos de esa calidad. La pequeña plaza de entonces
hizo que esta proposición no prosperara.
Furgones publicitarios en la década del 20 fabricados
por Napoleon Bravo
En 1924 ante el retiro de
Napoleón con motivo de un viaje a Europa que duró varios
años, la firma queda en manos de sus hijos manteniendo
el nombre de su fundador.
EVOLUCION DE LA EMPRESA
En el taller de calle Sarmiento,
terminado en 1913, dada su amplitud –22m de ancho por
65 de fondo- se comenzó la construcción de carrocerías
de los primeros ómnibus, sobre chasis de camión. Estos
vehículos que fueron los primeros que circularon en
Rosario, tenían ruedas con llantas macizas.
Frente de la fábrica de la
calle Sarmiento. La planta baja además de ser acceso
al interior del taller contaba con un amplio salón exposición.
La parte alta del edificio era ocupada como vivienda.
Esta fotografía tomada en 1923 muestra una serie de
chasis Ford a la espera de ser carrozados y flamantes
vehículos comerciales listos para entregar.
Otra toma de la fábrica. Foto publicada en Diario
La Capital Rosario
Los chasis eran de marca
International y la empresa que explotaba esta línea
estaba formada por un señor de origen japonés y por
otro que decía ser cónsul de Holanda. Esta empresa tuvo
una vida muy corta, pero dejó las puertas abiertas para
que muchas otras la imitaran, y así Rosario, vio circular
a numerosas líneas de transporte que hacían los más
diversos recorridos. Muchas de estas empresas fueron
formadas por operarios de esta fábrica.
Los Ford fueron vehículos aptos
para toda clase de carrocerías. Sobre estos chasis
se carrozaron pequeños ómnibus rurales abiertos
que unían la ciudad de Rosario con poblaciones
vecinas, los que aparte del conductor transportaban
siete pasajeros. La carrocería mostrada data de
1922.
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Omnibus presentado en una exposición en Rosario, 1920.
Carrozado sobre chasis International guardaban todo
el aspecto de un tranvía. La unidad pertenecía a la
Empresa Argentina Select Model Autobus de Rosario
Anécdotas
"Un tal Demetrio
Marroquín –expresa Juan María Bravo- nos trajo
un chasis International, tipo camión, para adaptarlo
como ómnibus. El caso era que se proponía competir con
un amigo y quiso que se le construyera una carrocería
para veinte o veinticuatro pasajeros. Dado que el chasis
era corto, tratamos de disuadirlo pues el ómnibus tendría
mucha cola y por lo tanto no ofrecería seguridad. Su
respuesta a nuestro consejo fue "si tiene mucha
cola, me la comeré". Entonces llevamos adelante
el trabajo, puesto que de haber rechazado el trabajo,
otro lo hubiera hecho".
"Una vez terminado
el ómnibus se probó con pasaje completo, guarda y conductor,
y fue así que en la primera esquina no sólo se reventaron
las cubiertas traseras sino que continuamente se rompían
los elásticos traseros por lo que este amigo "cabeza
dura" debió cambiar el chasis inmediatamente".
Los Ford fueron también
vehículos aptos para todo tipo de carrocería. Sobre
estos chasis grandes o chicos, se hicieron los más diversos
vehículos. A los chicos se los apodaba "a bigote"
los alargábamos, para dar cabida a siete pasajeros,
y sobre ellos se montaba una carrocería de singulares
características. Estos ómnibus unían la ciudad de Rosario
con pueblos vecinos y también se utilizaban en la campaña
Santafesina.
Unidad de chasis corto perteneciente a The little
bus
|
Modelo de tres ejes. Todo un suceso
para la época.. Lamentablemente la definición
de la copia no permite apreciarlo |
La falta de proveedores
para estos trabajos, obligaba a esta fábrica a autoabastecerse,
para lo cual llegó a contar con un depósito de mercadería
que se importaba directamente de Estados Unidos y cuando
las circunstancias lo exigieron se montó un taller de
niquelado y cromado.
En lo que respecta a la
línea automóvil, se construyeron en esta planta rosarina
las más variadas gamas de carrocerías, instalándose
a la par, una fábrica de fundas con más de 50 costureras,
un taller mecánico y otro para reparación de chocados,
ocupando un total de 140 operarios algo poco usual para
la época en una fábrica de este tipo.
Stand donde se promocionaban sus productos y servicios
entre ellos Bravoil una línea de lubricantes
de su marca
En el orden gremial, Juan
María Bravo fue secretario de la Sociedad Patronal de
Fabricantes de Carrocerías y ocupó durante 28 años la
presidencia de la misma tras la muerte del Sr. Sejurba.
También fundó varias líneas
de transporte, figurando entre ellas en 1931, la Unión
Omnibus de Rosario, y al año siguiente, la Sociedad
FACAL –línea A-. Estas dos compañías estaban compuestas
por unidades de su propiedad, muchas de las cuales las
vendían a diferentes empresas sobre planes de financiación.
De esta manera, la ciudad
de Rosario vio surgir a una innumerable cantidad de
líneas de transporte y con ello facilitar el desplazamiento
de una gran masa ciudadana.
Tipica de foto de entonces con la familia posando junto
al ómnibus. Notese la identificación de
la carrocería en la pollera del coche cercano
al número 19
Los tiempos avanzaban e imponían
nuevas carrocerías: Los llamados Super Pullman que abrían
rumbos en las empresas de larga distancia y las clásicas
"bañaderas" que transportaban hasta 32 pasajeros,
probaron en muchas oportunidades la capacidad de los
Bravo como carroceros. Estos modelos carrozados entre
1938 y 1940 ya insinuaban el principio de una aerodinámica
lograda a través de diseños de moderna línea para la
época.
Uno de sus últimos productos para Empresas del
Oeste
En 1937 le tocó a esta firma sufrir las
consecuencias de una larga y dura huelga, la que le
ocasionó serios problemas, al no poder cumplir con importantes
contratos. Este movimiento según palabras del Sr.Bravo,
no estaba dirigido contra ellos, sino que era consecuencia
de hechos acaecidos en otras fábricas. Una de esas huelgas
duró 57 días. Estos hechos trajeron aparejados fuertes
contratiempos financieros, causas que dieron motivo
al principio de cesación del taller, lo que se cumplió
en el año 1943.
Adrián
Yodice
Buses Rosarinos
Fuente: Revista Industria
Carrocera Argentina.
Agradecimientos a Silvia Bravo, Raúl Vich de Villa
Angela –Chaco- y Alejandro Scartaccini de
Capital Federal.
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