100 AÑOS DEL
POLITECNICO
Una historia pasionaria
Seguramente Uds. se preguntarán qué
tiene que ver el Politécnico con los ómnibus
y debo confersarles que para mí marcó un hito
en mi vida, tanto en la estudiantil como en este pasatiempo.
A pesar que desde muy chico me gustaron los
ómnibus urbanos, fue a partir de mi ingreso a este
Colegio en 1980 que comennzaron a formar parte de mi vida.
Y no es para menos, doble escolaridad y un viaje promedio
de 20 min cada uno durante 7 años a bordo del 301 y
el 6 no eran poca cosa.
La línea 301 con sus frontales fué testigo de
mis años de cursado
De las formas y colores que inicialmente me
atraían, comencé a tener vivencias, observar
detalles del interior de los coches y hasta conocer la vida
de los choferes que los conducían. En aquel tiempo
los conductores personalizaban su puesto de trabajo con corbatitas,
lentejuelas, los nombres suyos y de sus novias y por qué
no esposas e hijos. Ilustraban también sus vidas con
fotos de sus familias en los transparentes que tenían
en el techo. etc.
Una vez que comencé el ciclo estudiantil,
si hay algo que distingue al “Poli” es su especialización
en matemáticas y tal vez allí descubrí
otra fasceta de los ómnibus, su numeración,
la frecuencia, las flotas. El Dibujo Técnico me proporcionó
herramientas como para dibujarlos y las horas libres y recreos
me dieron la posibilidad de crear mi propia empresa fantasía
y dibujar íntegramente su flota, planear recorridos,
planillas, etc.
Precisamente en una de las clases de Dibujo
Técnico de primer año, con el temible profesor
Remy, tuve la fortuna de encontrar a otro compañero
de ruta, Orlando Alloatti. Entre charla, láminas y
regla T descubrimos mutuamente la pasión por los ómnibus.
Desde ese momento coleccionamos boletos, recortes de diarios,
dibujos y hasta nos llamabamos por teléfono a cualquier
hora cuando descubríamos alguna novedad.
Cursábamos en la séptima división y nuestros
compañeros no dejaban de sorprenderse con nuestras
charlas y el intercambio de estos dibujos como si fueran “billetitos”,
a tal punto que llegamos a contagiar a un par de ellos: Marcelo
Lingua y Osvaldo Blotta.
Tablero, papel milimetrado, escuadra, los pistoletes, la Rotring
0.5 todos de dibujo técnico junto al metro de carpintería
complementan los dibujos de antaño
Llegados a tercer año las clases se
extendieron al sábado a la mañana. Aquella adolescencia
nos permitía tener pilas como para ir un viernes por
la noche a un cumpleaños de 15 y estar a las 8 en punto
al otro día para las clases de Contabilidad con Kasimatis
y Química con el "negro" Cortese. Salíamos
a las 11 de la mañana y cabían dos posibilidades
ir al centro a caminar o bien elegir algún otro sitio.
Con Orlando muchas veces elegimos la segunda opción
y terminábamos pasando por el galpón de los
troles en Pellegrini y O.Lagos o más lejos aún
como cuando fuimos al Swift a ver los Martin Fierro de Villa
Gdor. Gálvez
Uno de mis primeros dibujos de 1980.
El Politécnico con su formación
científica y una dosis de exigencia hacía que
sus alumnos tuvieran alguna otra fasceta que permitiera evadirnos
en parte de las presiones y ritmo del estudio. Tantas ciencias
exactas tenían la contracara en dejar volar nuestra
imaginación haciendo dibujos y apreciando los ómnibus.
Llegados a 4to. Año, con Orlando nos
llegamos a preguntar si no estarímos locos por todo
esto y hasta nos llegamos a preocupar por ello, a los 16 años
la mayoría de nuestros amigos y compañeros estaban
“en otra” y no llegamos a saber de nadie más
que compartiera esta pasión. Entonces decidimos dejar
todo, pero a pesar de ello nunca dejé de juntar material
al respecto.
Los Ford de la Empresa Zona Sud Línea 6 y posteriormente
144 también dejaron recuerdos imborrables. Este coche
carrocería Biglia incorporado en 1982 reemplazaba a
otro Ford carrocería Luna que aún conservaba
el color marrón oscuro originario de esta empresa.
Otro detalle a destacar era que poseía piso de chapa
y en la parte trasera el número de interno estaba pintado
en el centro
En 5to. año los cursos se dividían
por especialidades y allí no separamos. Esto también
nos alejó de continuar con estas inquietudes que quedaron
relegadas a la faz privada y que de vez en cuando nos cruzabamos
en algún recreo –si coincidíamos en el
turno- retomamos en forma de charla.
El Politécnico llegó a su fín
dos años más tarde en 1986 y con ello el comienzo
de una futura vida laboral en primera instancia y de ser posible
continuar estudios en niveles superiores. Aquellos viajes
llegaron a su fin y debo reconocer que fue algo que extrañé
muchísimo.
Pasaron muchos años hasta que en el
2000 arranqué con Buses Rosarinos como una prueba en
internet y jamás pensé encontrar a tanta gente
con la misma pasión y que llevaron aisladamente esta
inquietud. Esto me motorizó a seguir con esta web que
ya lleva 6 años y que me permitió encontrar
aficionados de diferentes edades que también fueron
al Poli. Tal vez en sus aulas existe alguna rara energía
que nos haya predispuesto a que ello ocurra....
En virtud del Centenario del Instituto Politécnico
Superior Gral.San Martín, no quise dejar de adherirme
con estas vivencias que conjugaron estudio y pasión.
Anécdotas
En 1982 me había llevado matemáticas de
3ro.a rendir –a pesar que en las cuatrimestrales
había sacado 8- El escrito ya había pasado
y entramos al oral donde teníamos que hacer un
desarrollo en papel –recuerdo me tocó cambio
de base de logaritmo- Todos mis compañero espiaban
por atrás de la puerta. Yo estaba sentado cerca
de la ventana que daba a Avenida Pellegrini y alcanzo
a ver un 301 (Mercedes Benz 1114 El Detalle panorámico)
con el número de interno 52, rarísimo
porque los internos de la línea iban del 1 al
13. Lo busqué a Orlando que estaba tras la puerta
y por medio de señas le comentaba la novedad,
claro que las mismas fueron malinterpretadas por el
resto de la “hinchada” que creía
que no podía sacar el ejercicio....
Las multitudinarias paradas a la salida
del Cole nos transformó en gurúes. Ya
a dos o tres cuadras anticipábamos el número
de línea e interno que venía. Podíamos
reconocer hasta por el ruido del caño de escape
el ómnibus que pasaba mientras estábamos
en clase!!!
El libro de física de cabecera
era el Sears Zemansky un libraco que teníamos
que sacar de biblioteca para estudiar, siempre y cuando
estuviera disponible. Además de libro de estudios
era un medio de comunicación, sus páginas
estaban plagadas de mensajes de alumnos, chismes de
la farándula politécnica, datos sobre
las pruebas, etc. y por supuesto que de nuestra parte
no podían faltar dibujos de ómnibus.
Osvaldo Blotta fue un compañero
del 1er año en la 7ma., un contagiado de la fiebre
busóloga que también hacía sus
dibujos. Al año siguiente ya no estuvo con nosotros,
sin embargo en su recuerdo le seguimos dibujando ómnibus
bajo el nombre de una empresa fantasía a la que
apodamos “Blotta S.A.L.C.I.A.” cuya flota
coincidía con el número del año
-1981-. Nos demandó casi un año juntar
todos esos dibujos hechos por nosotros y muchos compañeros
de curso, hasta aquellos que no tenían ni idea
de lo que era.
Los Blotta eran una muestra de ingenio e imaginación
que comenzaron como dibujos de ómnibus y terminaron
como caricaturas o historietas. Fueron muy famosos dentro
del curso.
La línea 6 hasta 1982 tenía
ómnibus con piso de chapa, los días de
lluvia subíamos con nuestros zapatos obligatorios
y era un festival de patín –aún
con tablero y regla T-. En contrapartida el coche 28
–único Mercedes Benz de la flota- era el
más lindo y moderno. En especial el Cametal cuya
luneta rezaba “Soy un buen chico me llamo Cametal”
El 301 pertenecía a Bermudez
y su color celeste estaba hermanado con los Martín
Fierro de Villa Gobernador Galvez. Era muy común
el intercambio de coches entre ambas y más aún
después lo hizo con la línea 52 que pasó
a formar parte del grupo.
Nuestros compañeros viajaban en las líneas
210, 54, trole K, 218 y 200. Algunos debían caminar
unas cuadras más para tomar líneas como
el 4, 5 o 10. Cuando nos cansábamos de viajar
en las líneas habituales tomábamos alguna
otra aunque nos dejara lejos, luego a caminar....
La línea 54 fué un ícono.
Todos los coches Mercedes Benz 1114 carrozados por Bi
Met, excelentemente presentados, eran renovados regularmente.
Unos chiches, lástima que iban para el lado opuesto
al que iba yo. Hasta 1981 tenían un coche de
auxilio -Mercedes Benz 911- al que le colocaban el nùmero
de interno con chapitas pintadas.
Quedarse a comer entre turnos dentro
del Colegio se convirtió en un clásico.
Esto nos permitía ocupar algún salón
vacío para hacer las tareas de la tarde y de
paso vigilantear los bondis que pasaban por la esquina
de Pellegrini y Ayacucho. El recuerdo que más
me quedó de aquella época era el de la
línea 210, su interno 35 que era el único
frontal que tuvo -Mercedes Benz OC1214 El Detalle- hasta
que apareció el coche 27 un Ford Unicar frontal
con caja automática. También era muy particular
el coche 14 un Ford El Detalle panoramico que tenía
una ventana lateral más chica y ni qué
hablar del único Chevrolet que poseía
trompa nueva....
Maratón: Una vez se llevó
a cabo una maratón cuyo recorrido comprendía
la escuela y el Parque Urquiza. Un compañero
nuestro, Marcelo Bisciglia, se retrasó y quedò
relegado del grueso de los participantes. Al encarar
Av.Pellegrini hacia Ayacucho, los agentes de trànsito
liberaron en el tráfico y él siguió
corriendo del lado derecho de la calzada cuando de pronto
se le puso a la par un coche de la lìnea 6 que
él tomaba y el chofer abriendo la puerta le decía
"dale subí, dale subí..." y
Marcelo no tenía forma de explicarle que no corría
para llegar a la parada y no perder el bondi, sino que
estaba en carrera.
Docentes: A quién no le tocó
compartir la línea con algún docente??
De los que yo recuerdo, la Profe Rosito (matemàticas)
que tomaba el 6 en Pellegrini y Corrientes y más
adelante en el tiempo al profe Bertolano (Mecánica
Técnica) que subía y bajaba en Ov.Lagos
y Catamarca cuando paraba al doblar. También
fué usuario irregular de la 6 el profe Merli
(Fìsica), quién bajaba en Alvear y Zeballos.
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Adrián Yodice - Septiembre 2006
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